Las bondades de la democracia. Por Saúl Piña

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La  Asamblea General de las Naciones Unidas ha establecido, que el 15 de setiembre de cada año se festeje el “Día de la Democracia”.

Si bien hay quienes lo cuestionan, nadie con espíritu sano, duda que el sistema democrático merezca ser celebrado con total intensidad, por cuanto se trata del eslabón superior de la evolución política de la sociedad.

Son muchos los países donde la democracia funciona en plenitud y con solidez, mientras que en otros es todavía un ropaje que oculta limitaciones surgidas de confusiones conceptuales, de fallas de los mecanismos, pero también de muchos países que siguen afiliados a fórmulas pretéritas de distinto signo, pero caracterizadas por su violación a los derechos humanos y al desconocimiento de la soberanía popular.

En América tenemos varios con estas características lo que sin duda es un atentado contra la soberanía popular y los elementales derechos que tienen los seres humanos.

Es factor básico en el funcionamiento de los sistemas democráticos, el fortalecimiento de los partidos políticos, los que en Uruguay han contribuido a la estabilidad general que posibilitó un sostenido progreso por la confianza adquirida por los ciudadanos en sus propias fuerzas y posibilidades.

La historia muestra que existieron “visionarios políticos”, que creyeron encontrar en los sistemas del partido único, la posibilidad de poder ejercer el gobierno.

La historia muestra que este tipo de gobierno, tiene como objetivo el enquistamiento en el poder de grupos carentes de apoyo popular, y que los resultados nunca han sido de bienestar para los pueblos. La existencia de los partidos políticos en consustancial a la democracia y en su buena organización y fortalecimiento, se ubican los cimientos de una sociedad con posibilidades de prosperidad y desarrollo.

Es fundamental que todos los esfuerzos, no obstante las dificultades que enfrenten los países, es imperioso que se instrumenten los mecanismos, para el funcionamiento del sistema democrático, que no obstante las diversas características, que cada grupo político pueda tener, el fundamento básico es la voluntad popular, de la que surge todo. La autoridad como de manera solemne lo estableció nuestro prócer.

De todos modos la democracia no implica solo la elección de los gobernantes por vía de las elecciones nacionales, sino también que quienes han sido distinguidos con la confianza popular, trabajen que el pueblo tenga los beneficios elementales para el logro de una armoniosa convivencia. Servicios tales como la seguridad, la justicia, la salud, la educación y las oportunidades laborales.

Es bueno reflexionar sobre lo que decía Platón sobre la democracia; quien nació 428 años A.C: “La fuerza de la Democracia está en procurar hombres valerosos y virtuosos que defiendan con sus acciones justas, la felicidad y bienestar de sus semejantes”. Vivimos en democracia en este país, pero enfrentamos problemas que vienen afectando seriamente al tejido social.

Es imperioso generar el espíritu responsable y creativo que este país tuvo, para permitir que nuestros hijos y nietos, puedan jugar el partido de la vida, en la cancha de los valores de la verdad, del compromiso, de la ética cívica y de la fraternidad; teniendo siempre en consideración, que es norma en el sistema democrático, para todos: los claros deberes y los básicos derechos.



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