Un argentino es el primer latinoamericano en enviar cenizas de personas muertas al espacio: cómo es y cuánto sale

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El día que Eduardo, el papá de Federico Brito, le contó a su hijo cuál era su último deseo de vida, él ya era consciente del rápido avance del cáncer sobre sus órganos. Sabía que no tenía mucho tiempo. Por eso se apuró: “Cuando me muera quiero que mandes mis restos al cielo para ver a mis nietas desde arriba”, le dijo a principios de 2021, apenas un mes antes de morir.

El pedido -que podía sonar como algo más bien simbólico- era en serio. Y sabía que se lo estaba encargando a alguien que podía cumplirlo: un aficionado por el espacio y fabricante de piezas para cohetes que, no tenía dudas, podía enviarlo -literalmente- al infinito y más allá. 

Meses después de su pronta partida y en medio del dolor por la pérdida, Federico Brito encontró en aquel anhelo de su padre un empujón para empezar algo grande. Y fue entonces cuando se comprometió a trabajar para convertir en un viaje real ese concepto de irse al cielo cuando uno deja la vida en el plano terrenal.

Lo consiguió: es el primer latinoamericano en realizar el envío al espacio tanto de cenizas de personas como de mascotas a través de satélites que son puestos en órbita a más de 500 kilómetros de distancia de la Tierra.

“El espíritu de nuestro servicio es dar la oportunidad de trascender al plano del planeta. Hacemos tanto el envío de cenizas como de archivos digitales: uno puede enviar fotos y mensajes y hacer que queden en el espacio por años”, dice Brito en diálogo con Clarín. Para su epopeya que suena a ciencia ficción, fundó la empresa "Last trip, your star in the sky" (que significa "Último viaje, tu estrella en el cielo").

El primer despegue fue el pasado 3 de enero en un vuelo denominado Liberty Flight. Desde Cabo Cañaveral, principal centro de actividades espaciales, un cohete trasladó al satélite que llevó, dentro de un módulo especial, a seis pasajeros.

Fueron todos argentinos y oriundos de Buenos Aires los que quedaron inmortalizados más allá de la atmósfera por la única empresa de la región en ofrecer el servicio: entre ellos Eduardo Brito, padre de Federico, e India, un Bearded Collie (o 'Collie barbudo') que es de los pocos perros que salieron al espacio.

“Las cenizas se colocan en un módulo que tiene varias celdas individuales. Entra un gramo por compartimiento. Este dispositivo después va adherido al satélite y es llevado al espacio en un cohete de Space X [la empresa de Elon Musk] que lo deja en órbita. El satélite tiene un sistema de propulsión que hace que quede en el espacio por lo menos por cinco años”, detalla.

Según explica Brito, el diseño del módulo en el que viajan las cenizas varía dependiendo de la cantidad de pasajeros. El que se utilizó en el primer vuelo fue una cápsula cilíndrica de 150 gramos, que tenía 90 milímetros de diámetro por 2 de alto.

"El armado del módulo, el mecanizado y los ensayos de hacen en Buenos Aires. Pasa por pruebas destructivas y verificamos que cumpla con las normas para no contaminar el espacio. Lo hacemos acá porque soy defensor de la tecnología argentina", se enorgullece.

Y vuelve al minucioso detalle. “Cada celda del módulo es identificada con los datos de la persona o la mascota y además lleva los archivos digitales que la familia elija, los cuales son cargados en una memoria. El día del despegue, se les comparte el link para que puedan seguirlo en vivo y después pueden ver la ubicación de su ser querido a través de la app del NORAD, que tiene las coordenadas del mismo”, especifica, apasionado.

Cuánto cuesta llevar las cenizas de un ser querido al espacio
Federico Brito insiste en que es reacio a publicar sus tarifas -no las tiene ni en la página web de su compañía- porque no le gusta "la idea de que el proyecto se vea como algo comercial”.

“Prefiero que sea algo simbólico, esto surgió con el objetivo de dar el servicio de trascender. Los tiempos espaciales son otros”, dice quien elige mantener una conversación con cada cliente y tratar "con delicadeza" el tema.

No obstante, accedió compartirle a Clarín un rango de precios estimativos por el servicio.

“El envío de las cenizas al espacio ronda los 2.500 dólares por gramo”, contó.

El precio varía dependiendo de varios factores. Uno de ellos es a qué órbita se quieren mandar los restos. Puede ser a LEO o a GEO.

La diferencia entre estas es la distancia a la que se encuentran de la Tierra: la primera, a donde fue el vuelo, se ubica a una friolera de entre 400 a 2.000 kilómetros; mientras que la segunda está aún más lejos, a 37.000 km.

“A este último las tarifas rondan los 5.000 dólares. Nosotros damos los dos servicios. Generalmente un satélite en LEO puede estar de 5 a 10 años en órbita y en GEO entre 50 y 100 años”, explicó el fundador de Last Trip.

El monto puede ser abonado por los familiares luego del fallecimiento del ser querido, pero también se puede contratar el servicio en vida e ir pagándolo en varias cuotas.

Cómo hacer para enviar los restos de una persona al espacio
Existen tres maneras de enviar las cenizas de una persona o mascota al espacio. La primera opción es llevar toda la urna de cremación a la empresa de manera presencial y que ellos mismos tomen la muestra para llevar al espacio. Luego pueden dejar el resto almacenado en un lugar especial que ofrecen o llevárselo.

Otra opción es pedirle a la funeraria que se haga cargo del envío de las cenizas, que se puede realizar a través del correo, y no estar presente en el momento de su apertura para la toma de la muestra. En este caso también pueden pedir la devolución del resto de la urna o solicitar que quede almacenada allí.

La última opción es solicitar a la empresa el KIT especial que ofrecen para que la familia tome la muestra. Luego la envían al lugar indicado y Last Trip continúa el proceso.

Cómo enviar archivos digitales e inmortalizar fotos en el espacio
Federico Brito destaca: “También damos el servicio de transporte al espacio de solo archivos digitales, como fotos, mensajes, música, arte digital, publicidad espacial, NFT, que cualquier persona quiera almacenar en el espacio, y poder ver en tiempo real desde su PC o celular”.

En este caso el precio es menor. Nicolás López, considerado el mejor paracaidista de salto base de Argentina, eligió esta opción para enviar una foto suya cuando saltó desde el Obelisco y se convirtió en el primer hombre en hacerlo.

Junto a ella, envió una imagen de su familia y una de su mejor amigo, el también paracaidista Jimmy Pouchert que falleció en un accidente en 2022 y organizaba una fiesta grande en Estados Unidos para celebrar la vida.

Fuente: Clarín  IR A PORTADA 

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