Reciente información señala que un perro le salvó la vida a un excursionista que había caído en un barranco de una montaña en Croacia, cubriéndolo con su cuerpo para darle calor durante 13 horas. Los socorristas tuvieron grandes dificultades para llegar al hombre y al animal debido a la nieve, el hielo y los árboles arrancados por los desprendimientos de tierra.
Los miembros del Rescate dejaron que el perrito no abandonara al accidentado, permitiendo que se acostara junto a él, acompañándolo en la camilla en la que fue trasladado al hospital. Este acontecimiento es uno de los tantos que ocurren en todo el mundo, poniendo en evidencia la fidelidad y el amor sin límites que el perro ofrece al hombre.
En Durazno tenemos el histórico mensaje de auténtico amor que nos dejó el recordado perro “Gaucho”.
Es por eso que merece el reconocimiento el gran esfuerzo y la labor que desarrollan las instituciones de protección a los perros en nuestro medio, la mayoría de cuyos integrantes son vecinos de gran corazón, de muy buena voluntad, que ponen tiempo y dinero en la solidaria tarea. Son mujeres y hombres que ofrecen un ejemplo de compromiso social, solidaridad y amor por el mejor amigo del hombre; manteniendo refugios, donde se otorga alimentación y asistencia veterinaria a decenas de canes, que encuentran un hogar y dejan la calle, evitando situaciones que tienen relación con la seguridad y la salud pública.
Un calificado Maestro francés de apellido Sailly ha profesado la educación integral, y sobre el particular expresa: “Estoy convencido de que la compasión hacia los animales produce excelentes resultados educativos y no solo es fuente de prosperidad material, sino también un principio de perfección moral. En la clase de Lectura escojo un libro sobre animales y doy útiles instrucciones y advertencias. Les demuestro que no haciéndolos trabajar en demasía, manteniéndoles limpios y bien acondicionados en los establos, alimentándolos suficientemente y tratándolos con cariño y dulzura se obtienen mejores provechos y servicios; los resultados son maravillosos. Crece en los niños el sentimiento de bondad y reprime la propensión de robar nidos y matar pájaros, se muestran menos revoltosos y más amables”.
Los niños de hoy tendrán en el futuro gran responsabilidad en un mundo cada vez más complejo. La educación debe fomentar el humanismo, la tolerancia, la bondad, la justicia y, sobre todo, el amor a los animales, lo que fomentará una amistad estimulada a todo sentimiento humano, enriqueciendo espiritualmente el corazón de quienes recibirán nuestro legado.







