La IM brinda un espacio de cuidados para hijos e hijas de personas migrantes de entre 0 y 3 años. Además, se les da desayuno y almuerzo, y se realizan actividades lúdico-expresivas y psicomotrices.
El Proyecto Resuena tuvo su fiesta de fin año. Integrantes de 18 familias migrantes que utilizan los servicios del espacio de cuidado fueron parte de la celebración, que incluyó un almuerzo compartido, juegos y propuestas lúdicas y expresivas enfocadas en los y las bebés de entre 0 y 3 años que asisten al establecimiento ubicado en el Centro Cívico Metropolitano Enrique Erro (Av. Garzón 2122).Educadoras, auxiliares, psicomotricista, cocinera y demás integrantes del equipo de Resuena participaron de la celebración. “Todas las familias comieron, jugaron y disfrutaron mucho. Pasaron muy lindo y se veía su disfrute. Estaban todas muy agradecidas por el espacio, por poder compartir con todo el equipo de Resuena”, contó Beatriz Vázquez, la coordinadora pedagógica nacida en Venezuela que es una de las tantas personas preparadas para contribuir con la realidad de las familias migrantes.
Destacó que a la fiesta de fin de año “vinieron con sus infancias hermanos, primos, tíos, abuelos y abuelas, mamás y papás, y también padres solos, que para nosotros eso es bastante significativo como migrantes”.
Por su parte, Daimara Williams, educadora cubana referente del espacio, se refirió al obsequio que se llevaron las familias. Contó que “lo del regalo surgió de una colaboración con el Colegio Alemán. Cada estudiante de octavo grado diseñó una caja y contribuyeron con lo que estaba adentro. Las cajas tenían dibujos de banderas, de bienvenida, con mensajes de feliz navidad. Se las dedicaron a cada una de las 19 infancias, así que fue algo bien personal y diverso. Cada regalo tenía su impronta”.
La reacción fue muy positiva, contó, ya que “las familias y los niños y las niñas se sintieron muy bien con los regalos. Fue muy valioso que pudieran apartar el tiempo y compartir ese tiempo tan disfrutable”.
“Nos sentimos muy a gusto”
Jairo es dominicano y vive en Montevideo hace 10 años. Poco después de instalarse en Uruguay viajó su pareja, y al tiempo nació su pequeña hija, que hoy asiste al Proyecto Resuena. Para él, “la experiencia ha sido muy buena. Nos ha servido mucho, porque ambos hemos podido trabajar mientras nuestra hija está bien cuidada”.
Valoró, además, que “nos sentimos muy a gusto con el Proyecto Resuena. Sin duda es una gran ayuda, y sin el apoyo que nos dan todo hubiera sido mucho más difícil para nosotros. Es una oportunidad que a los padres y madres migrantes nos ayuda muchísimo”.
La experiencia acumulada lo lleva a invitar a que otras personas se sumen, ya que “sin duda le recomendaría este espacio a otros migrantes. Que vengan, que se acerquen porque brindan un gran servicio”.
¿Cómo ser parte del Proyecto Resuena?
El espacio brinda atención integral a familias migrantes y desplazadas, que incluye un centro de cuidados para bebés de entre 0 y 3 años. Su objetivo es generar un entorno que promueva el desarrollo integral de estas infancias, fomentando la interculturalidad y la inclusión.
Funciona con dos turnos de lunes a viernes: matutino (de 8 a 14 horas) y vespertino (de 12 a 18 horas), con hasta 10 niños y niñas por turno.








