El nacionalista Enrique Erramuspe denunció el pasado viernes 22 de mayo, dos excesos nocturnos que han regresado de la mano de conductores que juegan a hacer picadas o estacionan vehículos con música a alto volumen. Sobre las “picadas” recordó que no es un tema nuevo y que en su momento se había cortado, pero ahora se está volviendo a lo de antes.
“En el día de hoy me voy a referir a un tema que es muy conocido por todos nosotros (y medio hablando de una manera improvisada porque ya me lo conozco de memoria), es el tema de las picadas y los desmanes que producen las motos. Y hemos estado en plena pandemia, aparentemente, y sin aparentemente, y esta gente ha tomado la ciudad por sus manos.
Y a mí lo que más me extraña es que la Policía y la autoridad siempre los tienen que correr de atrás, que no hay ningún tipo de operativo preventivo. Porque sabemos que están esperando la oportunidad para hacer eso. Aparte, también, los ruidos molestos: vehículos con grandes equipos de alto voltaje, potencia, que se ponen fuera de la ciudad, pero entran a la ciudad con una potencia que a las dos o tres de la mañana, a veces es complicado para personas que tienen problemas de insomnio poder conciliar el sueño.
La Policía, como digo, siempre corriendo de atrás sin saber dónde están. Uno tratando, de repente, de salir, levantarse a esa hora para ubicar dónde están instalados ese tipo de equipos y pasarle a la Policía para que controle.
No sé si no le hacen caso, o no van, ir de nuevo a hablar con la gente que tiene ese tipo de equipo y medio acatando, hablando con la policía de nuevo y llegando a un fin este como todos queremos de tranquilidad y de paz en otros hogares para poder descansar. Después de una semana, de repente, de labor, que justamente lo que queremos es estar en nuestros domicilios descansando de una manera tranquila y acorde a lo que se refiere el descanso.
Así que un conjunto de situaciones, de ajetreo y de molestias a los ciudadanos, tanto con las motos, con los coches y vehículos con este tipo de equipos que realmente altera y perturba la convivencia urbana. Yo creo que la Intendencia tiene los modos para medir todo ese tipo de decibeles, tiene las leyes para castigar, tiene la policía tiene la toda la autoridad para poder detener y prevenir todo ese tipo de desmanes que se producen.
Y realmente hace tres años acá tuvimos todito el Ministerio del Interior sentado acá, el Jefe de Policía, el subjefe de Policía, el jefe de la Caminera, los del juzgado, el fiscal, todos acá; el intendente o el que envió en su nombre. Y realmente no pasó nada, solamente cuando nosotros habíamos reclamado la presencia inminente de La Republicana, recién hace un año que aparecieron por acá y medio como que controlaron la cosa, hasta que se fueron y después arrancamos de nuevo.
Entonces yo creo que lo que pasa acá es falta de autoridad tanto del Ministerio del Interior como de la Intendencia. Creo que es momento de agarrar las cosas en serio o sino se va todo al diablo, porque realmente esto es lo que se está tornando, algo incontrolable y para mí que tiene que ser vergonzoso para las autoridades que un puñado de inadaptados tome la ciudad por sus manos y hagan lo que quiera sin que nadie les diga nada, jugando al gato y al ratón, escondiéndose en las avenidas aledañas a la ciudad y no pasa nada.
Entonces yo exhorto a las autoridades, tanto al nuevo jefe de Policía como al nuevo Intendente que realmente tomen las cosas en serio, tomen el toro por las guampas para que realmente se hagan respetar y no pasen la vergüenza que están pasando”.
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