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| Foto: archivo Durazno Digital.- |
La Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), que imparte la Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible desde la sede de Durazno, envió al Portal de Noticias una completa nota de prensa sobre un tema vital. Allí docentes e investigadores compartieron su visión. También varios estudiantes contaron cómo piensan aplicar los conocimientos adquiridos.
La agricultura consume el 70% del agua dulce del mundo: el agua bajo la lupa de UTEC
¿Cómo pueden contribuir la ciencia y la tecnología a producir cada vez más alimentos para una población mundial creciente? ¿Qué podrán aportar los futuros ingenieros en Agua y Desarrollo Sostenible? Las respuestas en la voz de docentes e investigadores de esta ingeniería en Agua de UTEC.
Solamente un kilogramo de arroz consume aproximadamente 1200 litros de agua de acuerdo a los datos más actuales generados por una investigación en la que participó el docente de UTEC de la carrera Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible, Federico Campos.
“La riqueza que produce Uruguay en materia agropecuaria está basada en sus recursos naturales. Su uso y explotación demandan una sólida conciencia ambiental para asegurar su sustentabilidad a lo largo del tiempo. Es por esto que necesitamos la formación de profesionales idóneos, capaces de optimizar la utilización de dichos recursos”, expresó Paulina Fratti, docente de Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible de UTEC en la sede Melo.
Es precisamente esta carrera de UTEC la que concentra formación necesaria para adaptar sistemas de riego a la producción agropecuaria, para adecuarla a la variabilidad climática y el expertise necesario para el monitoreo del agua y el tratamiento de aquellos efluentes que se generan en la producción.
La población mundial alcanzó al cierre de 2022 los 8000 millones. Para producir alimentos para ellas es necesario utilizar una gigantesca cantidad de agua. La cantidad que se requiere para la producción agrícola representa el 70% del agua dulce que se extrae del planeta, según indicó Fratti.
Si bien el ser humano aún no ha podido provocar o controlar la lluvia, se las ha ingeniado para elaborar sistemas de riego cada vez más sofisticados y precisos para mantener sus cultivos aún en épocas de sequía, eventos cada vez más frecuentes debido al cambio climático. “El riego en sus diferentes modalidades puede aportar desde el punto de vista de estabilizar la productividad cuando enfrentamos situaciones extremas de déficit hídrico como la que estamos atravesando, tanto como incrementarla apuntando a la sostenibilidad”, sumó Campos.
En Uruguay el régimen de lluvias presenta una importante variabilidad año a año y a lo largo del año, lo que puede afectar la productividad y estabilidad de los sistemas productivos agropecuarios, en el corto y mediano plazo, agregó el docente. Por ejemplo, si bien en 2019 las precipitaciones acumuladas superaron los 1500 mm, en los últimos tres años ha llovido por debajo de la media, según los datos estadísticos de INUMET.
El riego para la producción agrícola aumenta año tras año. En la zafra del maíz de 2020/2021, el incremento de la superficie regada aumentó un 82% con respecto al año anterior, y en 2021/2022 creció un 10% más, según el informe OPYPA del año pasado del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
El aporte de UTEC
La Universidad Tecnológica desde el año 2017 imparte la Ingeniería en Agua y Desarrollo Sostenible desde la sede de Durazno. A partir de 2022, en modalidad semipresencial o híbrida la carrera se extendió a los departamentos de Cerro Largo y Treinta y Tres. Desde allí, con el apoyo de ambas intendencias, los estudiantes son trasladados a Durazno cada 15 días para las clases, pues allí están instalados sus laboratorios de suelos y fluidos, hidráulica de los fluidos y microbiología, entre otros.
Lorena Alemán tiene 36 años, vive en Melo y es una de las estudiantes de la primera generación de la ingeniería destinada al agua de UTEC en Cerro Largo. Eligió la carrera porque le pareció “una oportunidad increíble” ya que su familia tiene un tambo y considera que podrá aplicar muchos de sus conocimientos para mejorar la producción. “Todo empezó por eso, pero a medida que se fue desarrollando la misma me di cuenta que me encanta y que va a ir más allá de eso”, señala. Lorena valora especialmente esta posibilidad de estudiar en modalidad híbrida. “Esta forma de cursar, a mí, que tengo una familia y un trabajo, me permite estudiar sin dejar de trabajar”, comentó.
Santiago Jaunarena tiene 22 años y vive en Goñi, a unos 19 km de Durazno. Recientemente defendió la tesina para obtener el título intermedio de tecnólogo que ofrece la ingeniería en Agua al culminar el sexto semestre. Destaca la importancia de la carrera ante la situación actual. “La población sigue en creciente aumento, demandando cada vez más alimentos. El buen uso y manejo del recurso hídrico y suelo son clave para aumentar o mantener la producción y generación de estos alimentos. Esta carrera nos permite tratar este tipo de problemáticas, y contribuir así a mantener o mejorar la calidad del medioambiente”, expresó.
En cuanto a sus expectativas de futuro, tanto Lorena como Santiago son optimistas, ya que las necesidades son cada vez mayores.
Desde UTEC se trabaja en proyectos junto al sector productivo para asesorar e implementar mejoras en viveros forestales, por ejemplo, y así contribuir al uso más eficiente del agua. Además, se investiga y se crea tecnología.
Algunos ejemplos hablan de lo variado de la aplicación del conocimiento de esta ingeniería en agua. El docente de Riego y Drenaje, Richard Rodríguez, obtuvo recientemente un fondo María Viñas de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para diseñar y desarrollar un lisímetro de pesada. Es un instrumento que sirve para medir el balance hídrico de las plantas que será utilizado para optimizar el riego en un vivero forestal.
A su vez, la docente encargada de Manejos de Efluentes, Kelly Liesenfeld, trabaja en un proyecto sobre digestión de lodos sin la participación del oxígeno en el proceso. ¿Cómo optimizar el uso del agua en la agricultura? ¿En qué pueden contribuir la ciencia y la tecnología?
Algunos de los aportes que podrán hacer los futuros ingenieros en Agua de UTEC en la lucha por la reducción de la huella hídrica alimentaria serán “dimensionar adecuadamente un proyecto de riego e innovar en la aplicación de nuevas tecnologías en el sector”, señaló Gervasio Finozzi, docente encargado de Gestión de Distritos y Unidades de Riego de UTEC.
Ahorrar o hacer un uso eficiente implica medir y alcanzar una óptima calibración del equipo para suministrar la cantidad de agua necesaria del cultivo por día, así como la optimización del momento de riego, situándose sólo en los períodos críticos del cultivo -prefloración, floración y los primeros días de llenado de grano-, son algunas medidas que los egresados de UTEC serán también capaces de aplicar.
En cuanto a la incorporación de tecnología de UTEC, que además se encuentra al servicio del sector productivo para trabajos en conjunto academia-empresa, Finozzi menciona herramientas para la medición de caudales como la telemetría (una tecnología usada para medir remotamente variables físicas o químicas a través de sensores) y el procesamiento de esa información para el riego por superficie, que permiten gestionar mejor el recurso a lo largo del día o del ciclo del cultivo.
Finozzi indicó que esta tecnología se utiliza en el sector de la caña de azúcar, pero “es un ámbito que necesita más desarrollo en el país, donde UTEC puede generar tecnología al respecto”, agregó.
Para los métodos de riego, la incorporación de “mangas para conducción y mangas para riego con compuertas” contribuyen a aumentar la eficiencia y disminuir las pérdidas por infiltración en canales, ya que permiten ajustar mejor la cantidad de agua que se proporciona a las áreas de riego, indicó el docente. Esto, agrega Finozzi, impacta en la reducción de los tiempos de bombeo, traslados de agua y de las jornadas de riego, lo que redunda también en una reducción de costos operativos.
Este tipo de sistemas de riego por mangas para conducción y con compuertas es tecnología que está disponible en Uruguay desde hace algunos años, con uso extendido en el cultivo de caña de azúcar, arroz, algunos cultivos de maíz, soja, y también en pasturas, según informó el docente.
