El emblemático Cristo yacente, una imagen venerada y querida por la comunidad duraznense, fue restaurada y regresada a su lugar en el templo, después de los daños causados por un hombre en estado de ebriedad.
En visita realizada a la Parroquia San Pedro, DURAZNO DIGITAL tomó fotos que permiten observar la recuperación de la figura religiosa, la cual fue objeto de mucha atención por parte de la comunidad y las autoridades eclesiásticas.El acto "vandálico" inicialmente reportado resultó ser consecuencia de un hombre que se encontraba en estado de embriaguez. Aunque no se trató de un acto premeditado, la persona sigue siendo responsable de los hechos, ya que "causó daños a una imagen muy antigua y muy querida para Durazno", indicó Fredy Huertas, al Portal de Noticias.
Huertas, quien trabaja en la parte litúrgica como colaborador, señaló que "los daños fueron reparados por Eduardo Grajales, un integrante de la comunidad que ha participado activamente en la Capilla San Francisco Javier y que anda muy seguido por acá, por la parroquia San Pedro".
El proceso de restauración fue exitoso y el Cristo yacente se encuentra nuevamente en su lugar. Se realizaron algunos retoques de pintura, principalmente en la barba, pero la imagen recuperó su esplendor original. El regreso de la figura fue posible gracias a la decisión conjunta del Párroco y Eduardo Grajales, quien fue seleccionado para llevar a cabo el trabajo.
Además, Huertas informó que -por ahora- se tomó la decisión de sacar el Cristo de la caja para trabajar un conjunto artístico que incluirá a la Dolorosa y la imagen de San Juan, con el objetivo de tapar la parte de la caja donde se encuentra la obra, tarea que está en proceso. Esta medida permitirá resguardar la imagen de una manera más visible y protegida.
Desde su regreso, la obra ha sido muy visitada por numerosas personas, quienes expresan su alegría y agradecimiento por la pronta restauración. La imagen es muy querida y ha despertado el deseo de tocarla y mostrarle afecto, indicó el entrevistado.
Afortunadamente, el daño sufrido no fue irreparable y no se perdieron piezas. A pesar de que la antigüedad exacta de la imagen ha sido objeto de debate, se estima que tiene alrededor de 136 años (no 200 como se pensó inicialmente). Fue encargada por el padre Arrospide quien la mandó tallar a Francia junto con la imagen de la Virgen del Carmen, que también se encuentra en el templo San Pedro: estas obras de arte religioso tienen una gran importancia histórica y artística para la comunidad, dijo Huertas.
La Parroquia San Pedro, que cuenta con cámaras de seguridad para evitar futuros actos no deseados, viene enfatizando en las Misas la importancia de valorar y respetar las obras de arte religiosas como un tesoro patrimonial que pertenece a toda la comunidad. No obstante, Huertas reconoce que el mensaje debería llegar a quienes no concurren a la Parroquia.
