Vecinos del Tabaré reclaman controles por ruidos y actividades en predio de 'La Casona del Unión'

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Durante la sesión ordinaria del jueves 30 de octubre, el edil nacionalista William Hernández trasladó a la Junta Departamental de Durazno una carta firmada por varios vecinos del barrio Tabaré, quienes expresaron su malestar por las actividades que se desarrollan en el predio conocido como 'La Casona del Unión', ubicado sobre la calle Martín Salaberry.

Según el planteo, en ese terreno -cedido en comodato, según se informó- se instalaron canchas de fútbol y pádel, además de un espacio abierto donde se realizan bailes y eventos los fines de semana. Las actividades, detallaron los vecinos, se extienden de lunes a domingo, incluso en horas de la noche y la madrugada, lo que altera la tranquilidad habitual de la zona.

Los lugareños denuncian ruidos constantes, aglomeraciones de personas y vehículos que dificultan la circulación, además de gritos, bocinas y música a alto volumen. Hernández sostuvo que el problema afecta especialmente a familias con niños pequeños, y que la falta de muros o cercos entre las canchas y las viviendas expone la privacidad de los hogares.

Pese a las denuncias realizadas al 911, los vecinos aseguran que no se ha encontrado una solución. En los últimos días, indicaron, se observan movimientos de tierra para ampliar las instalaciones, lo que incrementaría el impacto negativo sobre más familias. Algunos incluso habrían decidido poner sus casas en venta.

El curul recordó que existen normas vigentes en materia de contaminación acústica, entre ellas la Ley N° 17.852 y varios decretos departamentales -como el 1190 de 1997, el 2665 de 2004 y el 757 de 1958- que regulan los niveles máximos de ruido y los horarios de funcionamiento de las actividades públicas.

En nombre de los vecinos, Hernández pidió al Ejecutivo Departamental y a la Dirección de Servicios que verifiquen el cumplimiento de los permisos de construcción y habilitaciones correspondientes, así como el respeto de los límites sonoros y los horarios establecidos por la normativa.

El planteo fue remitido, además, a la Jefatura de Policía de Durazno y a la Comisión de Derechos Humanos de la Junta Departamental. Según se destacó, el propósito del pedido es “garantizar la convivencia, el descanso, la privacidad y la seguridad de los vecinos del barrio Tabaré”.

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