Masonería: una institución centenaria. Saúl Piña también aporta datos de Durazno

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Según da cuenta Google en Wikipedia, la Masonería tiene sus orígenes en el siglo XIII, surgiendo de los gremios de los constructores medievales de Catedrales. De todos modos muchas investigaciones dan cuenta de que el verdadero origen, surge en el antiguo Egipto, teniendo particular relación con el sabio Rey Salomón.

Señala Wikipedia en su informe, que la Masonería es una” Asociación Universal, Científica, Filosófica y Progresista, que agrupa a todos los seres humanos que se sienten unidos por el vínculo de la solidaridad, resultante de los principios de amor a la Humanidad, a la verdad y al respeto de los semejantes, más allá de la religión y/o ideología que profesen”.

Se pone énfasis en el estudio de la Moral de las Ciencias y de las Artes, la tolerancia, el librepensamiento. Se apunta a la elevación moral e intelectual del hombre,  reconociendo como el bien más preciado y dignificante, la Libertad de Pensamiento.

Los primeros indicios masónicos que surgen en el Río de la Plata, se ubican a finales del siglo XVIII, a través de masones españoles.

Posteriormente con las invasiones inglesas ocurridas en 1807, un cuerpo irlandés fundó una logia, de donde surgió el primer masón criollo: Miguel Furriol.

En Durazno

El 13 de mayo de 1859 un grupo de vecinos con antecedentes masónicos, fundaron una Logia que denominaron “Perseverancia y Unión”. Las reuniones se realizaban en un local cerca de la “Plaza Nueva” (actual Plaza Sarandí), sito en 18 de julio 390. Era la residencia de la familia del Agrimensor Juan Bautista Frugone y doña Petrona Pérez Saucedo. En el frente de este edificio, aún permanece algún símbolo masónico.

El grupo estaba integrado por los siguientes vecinos: Bernardino Daguerre, Ramón Chatruc, Pedro Irazusta, Guillermo Segrera, Torcuato Márquez, José Gutiérrez, Alejandro Frochman, Eufrasio Bálsamo y el dueño de casa Juan Frugone.

Integraban un grupo donde el relacionamiento era: “de paz, la fraternidad y el amor a la sabiduría “, según lo registra el libro de Actas.-

Era un verdadero ejemplo de fraternidad, en tiempos de odios y enfrentamientos que dividían la sociedad del momento. La Masonería les ofreció a esos miembros, la oportunidad de afirmar los ideales de libertad, de igualdad, que habían sido puestos a prueba en los desgraciados acontecimientos de “Quinteros”.

Las reuniones se realizarán de forma regular hasta el 4 de agosto de 1863, suspendiéndose momentáneamente los trabajos, “por la crisis que atraviesa el país”, según consta en el Libro de Actas. Se inicia la segunda época el 25 de setiembre de 1882, con el impulso de la figura señera de Don Juan B. Frugone, destacándose el Sr. Manuel De Campo y el Dr. Emilio Penza Spinelli, con una intensa participación social y filantrópica, demostradas entre otras cosas en la fundación de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, la Sociedad Musical Mazini, el Liceo Popular y la construcción del monumento a “Cristóbal Colón” en plaza “Independencia”, en el año 1823.

En la década del 90 cerrarán sus `puertas, registrándose un silencio masónico, hasta el año 1825, donde merced a la acción del Dr. Julio Bastos, se funda la Logia “Acacia”, el 3 de febrero de ese año, que ha venido funcionando en forma ininterrumpida. Sus miembros, con seguridad, con sus acciones y en el marco de las severas normas que regulan la institución, señalan el rumbo actual y le otorgan su carácter orgánico, participativo, trascendente socialmente, espiritual y creador, siendo activos agentes de los cambios.

Según el análisis de Wikipedia, se trata de una obligación contenida en los estatutos de la institución, para que sus integrantes cumplan con total fidelidad, los ideales de la Masonería, tanto internamente como en su relacionamiento en la comunidad.

Por Saúl Piña







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