Reconocerán al periodista duraznense Don Manuel Viñales. Por Saúl Moisés Piña

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Un justo reconocimiento. La sociedad moderna reconoce plenamente la importancia que la labor periodística tiene en su desarrollo integral, con el manejo de la información y la difusión de noticias, en una tarea que también tiene la obligación de ser formativa además de informativa.

Esta atrapante profesión corre paralela con el sentido de la dignidad, que determina la búsqueda, la inteligente duda y el afán de corregir injusticias y debilidades en el tejido social. La labor de los comunicadores, debe ser ejercida con libertad, espíritu constructivo y responsable.

Con seguridad ninguna otra labor se adentra más en el alma, sentimiento y la mente del hombre, que trasmitir noticias, comentarlas y aplicar los conocimientos, en un afán permanente de superarse, de forma tal que cada día que transcurra, sea cada vez, más digno de la investidura que consagra la denominación de: Periodista.

El reconocimiento el aporte y contribución de aquellos vecinos que han realizado en el transcurso de su vida a la sociedad en las más diversas disciplinas, es una muestra evidente de la madurez cívica de las colectividades.

Esfuerzo y compromiso

En Durazno tenemos el ejemplo de ciudadanos que abrazaron con responsabilidad y amor la tarea que les tocó ejercer en la vida.

Tal es el caso de este duraznense que ejerció con perfil de apostolado, la noble le actividad en el campo del periodismo por casi 50 años.

Nos referimos a Don Manuel Inocencio Viñales Sánchez, nacido en nuestra ciudad el 16 de agosto de 1904.

A los 31 años, el 21 de julio de 1938, se hizo cargo del periódico “La Publicidad”, que había fundado su padre, el 5 de setiembre de 1909, el que con la publicación “El Telégrafo” de Paysandú, fueron los decanos de la rica prensa del interior; un reconocimiento que no ha tenido la difusión que merece.

Fueron 44 años en los que Don Manuel se dedicó a esta apasionante profesión enfrentando serias dificultades, tanto de orden técnico como así también económicas, pero siguió adelante, al punto de que afirmaba que “por sus venas corría tinta en vez de sangre”.

Los miércoles y sábados el compromiso era que el periódico estuviera en los hogares de Durazno, con la más completa información, en lo que era una especie de caja de resonancia del palpitar del pueblo.

Fue integrante de la Organización de Prensa del Interior (OPI) en varias ocasiones, siendo impulsor de fuertes acciones ante los gobiernos de turno, para el logro de apoyo a la prensa del interior. Nunca se logró.

En el año 1982, por diversos motivos decide clausurar las actividades, lo que para Don Manuel fue el principio del fin, falleciendo el 16 de julio de 1985. La colección completa de “La Publicidad” fue donada por sus hijos al Museo “Casa de Rivera”.

Hemos planteado en varias oportunidades, sin éxito, la justicia de un reconocimiento a Don Manuel Viñales, en mérito a este vecino, lírico del periodismo, a quien tuvimos el privilegio de conocer y compartir el gran desafío que implica esta profesión.

En estos tiempos vivimos etapas de fantástico y desarrollo de las técnicas de la comunicación, y sería acertado valorar en su total magnitud, el esfuerzo de este vecino que se brindó con generosidad, a este trabajo, que tiene la particularidad, que quienes lo ejercen, deben saber un poco de todo, pero que será muy difícil lograr saber todo de todo.

La Asociación Duraznense de Prensa (ADP) viene encarando un futuro reconocimiento a Don Manuel Viñales. Se hará finalmente justicia.



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