Caño de OSE genera problemas no sólo a vecinos de Morquio y Washington

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El  edil Andrés Viera (PN) hizo foco en lo que pasa en la  intersección de calles Morquio y Washington, donde se da “una situación recurrente en la ciudad de Durazno con respecto a OSE y que los vecinos de la zona, más allá de realizar los reclamos correspondientes, no logran solucionar de forma definitiva”. 

Transcripción duraznodigital 


“La intersección de calles Morquio y Washington se ve afectada sistemáticamente por la rotura de un caño de OSE, que verte agua limpia en la mayoría de las veces. 

Esa rotura sucede con una frecuencia relativa de una vez por mes. Algunas veces sucede en la esquina mencionada, otras veces comienzan la pérdida de agua por calle Washington unos metros hacia Rubino, frente a la sede de ARPMIL.

Genera más allá de molestias en el tránsito -sobre todo de peatones y el crecimiento del pasto en los cordones de las veredas innecesariamente- un desperdicio de recursos naturales tan indispensables como el agua. 

Además, el barrio también se vio afectado por el desborde de las cañerías de saneamiento que verten aguas servidas en las veredas de calle Morquio (Luis) entre Washington (George) y San Martín (José). El último tramo de la vereda de esa cuadra, según las cuadrillas de reparación que asisten con muy buena voluntad (cada vez que se realizan los reclamos) necesitan un recambio total de cañerías, para que la solución sea definitiva. 

Estamos hablando de aproximadamente 22 metros de cañería. Además de ser una molestia para el barrio, el problema se ve agudizado por varios motivos: frente a la negativa de OSE de realizar el recambio y solucionar definitivamente el problema recurrente del saneamiento de las veredas, hay un caño sobre la superficie que está a la vista para facilitar las frecuentes reparaciones momentáneas y representa un peligro para quienes transitan por allí.

Además, OSE solicitó la extracción de un árbol del ornato público para lograr dar soluciones al problema y luego de extraído responde que la ruptura se debe a la extracción del mismo.

Esa misma esquina corresponde a la parada del ómnibus local, del que por lo general hacen uso personas mayores con bastones. 

Tanto el caño expuesto, el deterioro de la vereda por el constante trabajo de reparaciones y el saneamiento corriendo representan un peligro para estas personas. 

Por último, a 20 metros de esa esquina se encuentra un centro CAIF; por lo tanto transitan por allí constantemente bebés, niños y su familia.

Más allá de las molestias es también una problemática de salud pública: respirar aguas servidas es perjudicial para la salud de todos los vecinos y de quienes transitan por esa zona. Y la solución, es decir el cuidado y respeto por los ciudadanos implicados, depende solamente de la voluntad de OSE, de accionar en consecuencia.

Pido que mis palabras pasen a la presidencia de OSE, a la Comisión de Medio Ambiente, a la Comisión de Salud y a la Comisión de Obras. Gracias señora presidente”. 

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