Panitea en la Junta de Durazno: Día Mundial de la Concientización del Autismo

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“Las personas dentro del espectro autista necesitan acceder a una ciudadanía plena”, dijo la Prof. Solange Lacuesta, este viernes 1 de abril, en la sala de la Junta Departamental de Durazno.


Lacuesta estuvo presente junto a sus compañeras unas horas antes del Día Mundial de Concientización del Autismo, que se recuerda el 2 de abril. 

Los integrantes de PANITEA habían solicitado ser recibidos en sala con el objetivo de presentar ante los ediles la Proclama de la fecha antes señalada. 

La actividad contaba con el visto bueno de la Comisión de Asuntos Internos y Reglamento de la Junta Departamental de Durazno.

"Transcurridos 15 años desde la designación del día 2 de abril como día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, y frente al actual contexto de pandemia que han hecho visibles aún más las desigualdades, nos preguntamos:

¿Cómo estamos?
A pesar de haber solicitado desde hace años un censo a nivel nacional a los distintos gobiernos, aún seguimos sin saber cuántas personas con autismo hay en Uruguay. Estos datos no son una demanda caprichosa de asociaciones y familias, sino que son indispensables para establecer políticas públicas que garanticen derechos e igualdad de oportunidades a las personas con autismo.

¿Hasta cuándo?

Educación:
Hasta cuándo deberemos seguir luchando por una verdadera Educación Inclusiva, donde nuestros niños, niñas y adolescentes con autismo desarrollen sus capacidades y superen sus debilidades, con los suficientes recursos humanos formados  desde la perspectiva del Diseño Universal para el Aprendizaje, que generen los apoyos necesarios para que los distintos actores del sistema educativo se sientan preparados.

Hasta cuándo seguiremos esperando por una educación centrada en la diversidad y necesidades de cada persona, manteniendo, flexibilizando e innovando en las modalidades de escolarización de manera que se maximice el éxito educativo y el desarrollo personal, dejando de ver a la inclusión como un acto de caridad y resaltando el valor vivencial y la educación en empatía que aporta a compañeros y docentes.

Hasta cuándo tendremos que esperar para que la figura del acompañante en aula, fundamental para la inclusión educativa de niños, niñas y adolescentes con autismo, sea un derecho de todos y todas y no de quienes puedan pagar.

Hasta cuándo esperaremos que los Asistentes Personales reciban una formación adecuada para asistir a personas con autismo, con conocimiento y experiencia de la diversidad funcional que existe dentro del amplio espectro de esta condición, incluyendo saberes específicos relativos a accesibilidad comunicacional y cognitiva.

Apoyos:
Hasta cuándo esperaremos apoyos del Estado, ya sea, para afrontar tratamientos, en la mayoría de las veces, onerosos y prohibitivos en busca de una mejor calidad de vida; así como también,  para el cuidado de nuestros familiares con autismo. Un cuidado que muchas veces es de tiempo completo y nos lleva a renunciar a trabajos remunerados, situación especialmente dramática para las madres jefas de hogar.

Las personas con autismo ven agotada su oferta terapéutica, formativa, recreativa y cultural al llegar a la adolescencia. Hasta cuándo esperarán por los apoyos que les permitan continuar su proceso de desarrollo personal y de inclusión social.

Hasta cuándo se negarán pensiones por discapacidad socio-funcional, en función de baremos que no se ajustan a la realidad de las personas con autismo.

Inclusión Laboral:
Hasta cuándo los jóvenes, adultos y adultas con autismo tendrán que esperar para lograr una inclusión laboral que les permita valerse como personas autónomas y autosuficientes, obteniendo los apoyos necesarios para el desarrollo de sus competencias y acceso al empleo que garantiza la legislación en Uruguay.

Vivienda:
Hasta cuándo seguirán las familias esperando por viviendas tuteladas para aquellas personas adultas con autismo que no logran su autonomía, y con ello alcanzar una buena y digna calidad de vida.


Salud:
Hasta cuándo esperaremos para que las personas con autismo reciban una atención de calidad en el sistema de salud,  con profesionales especializados, flexibles y empáticos. Un sistema humanizado que haga los ajustes razonables para eliminar esperas, propiciar coordinaciones y protocolizar medidas que tiendan a reducir episodios de ansiedad y estrés, totalmente evitables.


En suma:
Las personas con autismo no pueden esperar más. Las familias nos sentimos agotadas, desamparadas ante la discriminación y estigmatización que sufren nuestros familiares,  etiquetados por un diagnóstico que pasa a ser una barrera para la inclusión y disfrute de sus derechos.

Necesitamos que se apliquen políticas inclusivas que apuesten a vencer prejuicios y barreras actitudinales, motivadas muchas veces por el desconocimiento sobre las personas con autismo y sus derechos.

Las personas dentro del espectro autista necesitan acceder a una ciudadanía plena, necesitan que se visibilicen y hagan efectivos sus derechos y se promueva su independencia y autonomía.

Estos cambios son tarea de todos y todas y deben generarse HOY y todos los días en todos los ámbitos.

Necesitamos de una vez por todas, la inmediata aplicación por parte del sistema político, de políticas públicas de carácter nacional que contemplen los derechos establecidos en las normativas nacionales e internacionales, para que se pueda cambiar el hasta cuando por el HASTA HOY. ¡Trabajemos juntos y juntas por eso!". 
 

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