La noche del domingo parecía cerrarse sin sobresaltos en Durazno, hasta que, cerca de las 23:00, una llamada al Centro de Comando Unificado Departamental alteró la calma. En la esquina de 19 de Abril y Artigas se reportaba un desorden en la vía pública. Lo que comenzó como una intervención de rutina terminó con un móvil policial dañado, funcionarios agredidos y, 48 horas más tarde, una condena judicial.
El lunes 2 de junio, un hombre de 29 años fue conducido ante la Fiscalía y el Juzgado Letrado de 1er. Turno. Tras la audiencia, fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de daño agravado en régimen de reiteración real, con otro de agravio a la autoridad policial. La pena: 13 meses de prisión bajo el régimen de libertad a prueba.El condenado deberá cumplir con varias condiciones: residir en un lugar que permita supervisión de la Dirección Nacional de Medidas Alternativas (DI.NA.M.A.), presentarse semanalmente en la Seccional correspondiente, someterse a orientación y vigilancia permanente y prestar servicios comunitarios durante tres meses, a razón de cuatro horas semanales.
Según el parte oficial, al llegar los efectivos de la Unidad de Respuesta y Patrullaje al lugar del incidente, encontraron a un hombre en evidente estado de alteración. Al intentar reducirlo, el individuo insultó a los policías y causó daños al patrullero. Fue detenido en el acto y conducido a disposición de la Justicia.
Lo que pudo haber sido una noche sin novedad terminó con consecuencias penales. Un recordatorio -discreto, pero firme- del costo de cruzar ciertos límites.
