
En medio del protocolo y la solemnidad de la Ceremonia de Cambio de Mando, hubo un momento que se robó la atención y arrancó sonrisas -y alguna que otra lágrima- en el Centro Cultural Teatro Español. El nuevo intendente de Durazno, Felipe Algorta, sorprendió a su antecesor, Carmelo Vidalín, con un presente cargado de simbolismo: un cuadro que lo retrata en el escenario del mítico Pilsen Rock, guitarra en mano, durante una de las ediciones más recordadas del festival.
La imagen elegida resume más que una anécdota: es casi un emblema de la conexión de Vidalín con la cultura popular, con la juventud y con ese Durazno que durante años buscó “poner en el centro”. Algorta, visiblemente emocionado, explicó que la foto “lo pinta de cuerpo y alma”, y añadió una frase del propio Vidalín que decidió incluir en el marco: “Van a tener que competir conmigo en algo muy difícil: el amor por nuestro departamento y por nuestros semejantes, los duraznenses”.