La investigación en torno al hurto de un arma de reglamento perteneciente a un funcionario policial en Durazno tuvo un desenlace inesperado: no solo fue condenado el responsable del robo, sino también el propio denunciante, tras comprobarse que había incurrido en una declaración falsa.
El caso se inició el pasado lunes 8 de setiembre, cuando la Comisaría 3.ª recibió la denuncia de un efectivo policial que declaró haber sido víctima de un hurto en su domicilio. Según su testimonio, un desconocido había ingresado a la vivienda y se había llevado la pistola 9 mm de reglamento, dos cargadores con 34 proyectiles y una cortadora de pelo.La Dirección de Investigaciones desplegó varios allanamientos en jurisdicción de la Comisaría 1.ª. En una de las viviendas inspeccionadas se recuperó el arma sustraída junto con las municiones. También se incautó dinero y un teléfono celular. Allí fue detenido un hombre de 26 años, poseedor de antecedentes penales.
Conducido ante la Fiscalía de 1er Turno, el joven fue formalizado y condenado a 12 meses de prisión como autor de tráfico interno de arma de fuego y municiones, en régimen de reiteración real con porte de arma de fuego con signos de identificación adulterados y porte de arma por reincidencia.
Sin embargo, durante las indagatorias surgió un nuevo elemento: el propio denunciante había brindado un testimonio falso. El funcionario que trabaja en la Unidad N.º 18 del Instituto Nacional de Rehabilitación, terminó admitiendo su responsabilidad.
Tras la audiencia judicial, se dispuso su condena a 8 meses de prisión como autor de un delito de simulación de delito. La pena será cumplida bajo el régimen de libertad a prueba.
