La noche del jueves 16 de octubre, cuando la ciudad comenzaba a recogerse en su rutina habitual, dos masculinos intentaron vulnerar el orden discreto de las calles duraznenses. Eran las 22:30 cuando personal de la Unidad de Respuesta y Patrullaje los sorprendió en plena faena: acababan de sustraer efectos del interior de un camión estacionado en la vía pública.
Ambos fueron detenidos en el acto. Los objetos -que poco antes habían cambiado de manos en silencio- fueron recuperados y devueltos a su propietario, quien radicó la denuncia correspondiente. El intento de hurto, frustrado casi de inmediato, tuvo sin embargo su desenlace judicial.Al día siguiente, viernes, los detenidos -Mauro Santiago López Pastorini, de 25 años, y David Matías Martínez Dorado, de 33- comparecieron ante la Fiscalía de Primer Turno y el Juzgado Letrado de Cuarto Turno. Ambos contaban con antecedentes judiciales y, al término de la audiencia, fueron condenados como autores penalmente responsables de un delito de hurto especialmente agravado en grado de tentativa.
La sentencia fijó una pena de cinco meses de prisión efectiva. Con ello, la justicia cerró un episodio breve pero elocuente: una muestra de cómo el azar, la vigilancia oportuna y el reflejo policial pueden devolverle al orden cotidiano esa frágil tranquilidad que el delito siempre amenaza con arrebatar.
