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| Fotos: Unidad de Comunicación Gobierno Local |
Una multitud estimada en 10.000 personas en el estadio 'Silvestre Octavio Landoni' fue testigo de un ida y vuelta de emociones, donde el líder Peñarol necesitó de la puntería de Matías Arezo para remontar dos goles en contra y sellar un empate que sintió a triunfo.
El fútbol uruguayo trasladó su epicentro este sábado al corazón del país. Frente a una multitud vibrante que colmó el estadio Landoni, Peñarol, el líder del Campeonato Clausura, libró una batalla épica para rescatar un empate 2-2 ante un aguerrido Miramar Misiones, en un duelo que tuvo de todo: gol tempranero, reacción y un desenlace agónico.La jornada en Durazno excedió lo puramente deportivo. Horas antes del partido, la ciudad se vistió de fiesta, con un inusual movimiento de hinchas que llenaron las calles aledañas al complejo, confirmando la capacidad del fútbol para transformar una fecha regular en un evento nacional.
El sueño y la pesadilla aurinegra
Desde el silbato inicial, el partido se inclinó del lado de Miramar. Con una determinación feroz, Miramar Misiones sorprendió al líder con un gol a los dos minutos de juego, obra de Denis Olivera, cambiando inmediatamente la psicología del encuentro. Lejos de conformarse, el equipo mantuvo la iniciativa y, en el minuto 44, Sebastián Da Silva anotó de penal para ampliar la ventaja y enviar un mensaje contundente al descanso.
La reacción y el rescate de Arezo
La respuesta de Peñarol, dirigido por Diego Aguirre, llegó con el segundo tiempo. Los aurinegros salieron con mayor intensidad, apretando marcas y buscando desesperadamente la reacción. La esperanza se encendió en el minuto 12 del complemento, cuando Matías Arezo conectó un potente remate para descontar.
Sin embargo, Miramar no se quebró y supo contener el asedio visitante. El partido parecía encaminarse hacia una sorpresa histórica, hasta que, en el minuto 35 del complemento, Arezo emergió nuevamente como la figura decisiva. Con su segundo tanto del encuentro, el delantero completó la remontada y decretó el 2-2 definitivo, desatando la euforia de los carboneros y cerrando una noche de emociones intensas en el Landoni.
El empate mantiene a Peñarol en la cima del torneo, pero la hazaña de Miramar Misiones, que terminó con diez jugadores, que estuvo a minutos de concretar una victoria monumental, quedará grabada en la memoria de un escenario que, por una tarde-noche, vibró con la esencia más pura del deporte.
