La calle San Martín a la altura del barrio Puerto de los Barriles de Durazno, se ha convertido en un punto de tensión entre la velocidad del tránsito y la seguridad de los niños que, ante la falta de alternativas, utilizan la vía pública para jugar.
Este problema urbano fue llevado ante la Junta Departamental este jueves por la edil del Frente Amplio, María Bocchiardo, quien, en representación de los vecinos, solicitó la instalación urgente de dispositivos reductores de velocidad y propuso una solución de fondo: la recuperación de un predio público abandonado.Bocchiardo inició su intervención exponiendo la preocupación central de la comunidad: las altas velocidades a las que circulan ciclomotores y otros vehículos por la calle San Martín. Frente a este riesgo, los vecinos han pedido formalmente que se instalen "despertadores o lomadas" –como se conoce a los badenes o reductores de velocidad– sobre dicha vía.
La edil fundamentó la urgencia de esta medida al describir la realidad social del barrio. Explicó que en la zona reside una población numerosa de niños y niñas que, al carecer de un lugar amplio y adecuado como espacio recreativo, utilizan a menudo la vereda y la propia calzada para practicar deportes como el fútbol y otros juegos. Esta situación cotidiana genera un escenario de potencial peligro, donde la velocidad de los vehículos choca con el derecho al esparcimiento infantil.
Más allá de una solución paliativa para el tránsito, Bocchiardo planteó una alternativa estructural para abordar la raíz del problema. Señaló que en la intersección de las calles Guzmán Acosta y Lara, entre George Washington y San Martín, existe un predio público que se encuentra abandonado. La edil sugirió que la Intendencia de Durazno podría acondicionar ese terreno y convertirlo en un "espacio abierto para el vecindario y como sitio recreativo para los niños y niñas". Esta propuesta busca ofrecer un área segura para el juego, lo que, a su vez, reduciría la necesidad de que los menores ocupen la calle.
