
En la mañana del domingo 18 de mayo, frente al monumento a Artigas en la plaza que lleva su nombre, un niño de sexto año de la Escuela N.º 6 sorprendió con una alocución que combinó historia, emoción y sentido patriótico. Carlos Zabala fue el encargado de recordar a los presentes -autoridades, escolares y vecinos- el significado profundo de la Batalla de Las Piedras, a 214 años de aquel paso trascendente para la independencia oriental.
Carlos Zabala / Escuela Nº6
El momento más citado de su intervención fue cuando recordó las palabras de Artigas al término de la batalla: “Clemencia para los vencidos, curad a los heridos y respetad a los prisioneros”. Para Zabala, esta frase no solo pertenece al pasado, sino que aún hoy enseña “que la lucha por la libertad también es la lucha por la justicia, la compasión y el respeto hacia todos”.
En un pasaje poético final, evocó el rugido del combate, el coraje de los pueblos originarios y gauchos unidos bajo una misma bandera, y la flor roja del seibo que simboliza la libertad conquistada. “El enemigo se rinde y el sable entregaba... ¡Viva la patria!”, exclamó con energía, provocando un cerrado aplauso del público.
Más allá del marco ceremonial, la intervención del niño dejó una impresión duradera. En tiempos donde el civismo parece diluirse, su voz, cargada de contenido y sentimiento, recordó a todos los presentes que la historia sigue viva cuando alguien es capaz de contarla con pasión y respeto.
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