
En la sesión ordinaria de la Junta Departamental del pasado jueves 13 de noviembre, el edil Raúl Licandro del Frente Amplio, en representación de Izquierda Unida, presentó una serie de iniciativas desde su banca como integrante de la Comisión de Equidad de Género, con el objetivo de visibilizar y combatir la violencia de género en el departamento.
Licandro inició su intervención destacando la importancia del 25 de noviembre como una fecha para la reflexión colectiva. “El 25 de noviembre es un día para reflexionar sobre la violencia de género y sus consecuencias en la vida de las mujeres, niñas y disidencias”, señaló, recordando que esa fecha conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.Desde su espacio político, enumeró tres medidas concretas que serán propuestas formalmente. La primera de ellas consiste en “solicitar que la Junta Departamental declare el 25 de noviembre como un día de interés departamental”, un acto simbólico pero fundamental para, según explicó, “reconocer la importancia de la lucha contra la violencia de género” a nivel local.
Como segunda medida, Licandro propuso un gesto de visibilidad institucional: “que las luces de la fachada de la Junta Departamental acompañen durante todo el mes de noviembre con el color violeta”. El color, ampliamente asociado a la lucha feminista, serviría como un recordatorio constante a la comunidad durante todo el mes.
La tercera iniciativa se enmarca en una campaña de sensibilización más amplia. El curul pidió “que este espacio institucional tenga un cartel visible para la comunidad que diga ‘25N Ni Una Menos’”. La instalación del cartel buscaría funcionar como una declaración permanente de principios y un llamado a la conciencia social sobre las violencias que afectan a las mujeres.
Para dar curso formal a estas propuestas, solicitó que sus palabras sean remitidas a la Comisión de Equidad y Género de la Junta, iniciando así el trámite legislativo para su consideración. Con estas acciones, busca que el Órgano Legislativo no sea un mero espectador, sino que se comprometa activamente en una de las luchas sociales más urgentes, utilizando sus espacios simbólicos para educar, concientizar y pronunciarse frente a la violencia machista.






