Recordando un ciudadano ejemplar. Por Saúl Piña

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En este paradojal mundo existieron seres generosos que en el transcurso de su vida trabajaron por el bien común, por las mejores cosas para la sociedad, sin buscar el lucro personal codicioso, y sin preocuparse por el justo reconocimiento que sus afanes debieran despertar.

El hombre no puede eludir desde el punto de vista moral, el adoptar el compromiso que supone vivir en sociedad. Y ese compromiso no puede ser otro de actuar en todas las instancias de la existencia, con elevado nivel de ética moral, entrega hacia las nobles causas con marcado sentido solidario y dándose al prójimo.

El pasado 24 del corriente, se cumplieron diez años del fallecimiento de un duraznense muy particular: Don Juan Antonio Grasiuso; quien fue un ciudadano que tuvo el elevado privilegio de ser arquitecto de su propio destino. Vecino ejemplar, padre de familia, fraternal amigo. Fue un activo actor de toda manifestación deportiva, practicando ciclismo, voleibol y fútbol.

Fue Presidente de la Federación de Ciclismo de Durazno, de la Federación de Fútbol y fundador del club de sus amores: el Club Nacional, del cual fue presidente, capitán, y masajista. Ejerció la presidencia de la Patronal de la Construcción y fue Director del semanario “La Gaceta” que se editaba en la década del 60.

El oficio de Juan Antonio era el de constructor, y como albañil la escuadra y el nivel fueron sus herramientas preferidas, para que no solo en las obras sino también en la vida, su labor fuera justa y perfecta. Dirigente político integró las filas del Partido Colorado, siendo electo en cuatro períodos como Edil, desarrollando una fructífera gestión en el ejercicio de su cargo.

El Hospital de nuestra ciudad, fue designado con el nombre de “Dr. Emilio Penza”, por iniciativa de Grasiuso en la Junta Departamental. Se debe destacar su defensa y gran esfuerzo puesto de manifiesto en la preservación del recordado “Recreo de Penza”, el que lamentablemente desapareció, en lo que resultó un duro golpe para la identidad duraznense.

Este duraznense valoró con énfasis, por mantener su existencia en un escenario optimista, poniendo bondad y tolerancia en todas las instancias negativas que la vida le puso como prueba, que fueron varias. Juan Antonio acumuló valiosas riquezas en el transcurso de su vida, tesoro que guardó en el noble cofre de su corazón, distribuyendo generosamente los intereses de ese rico capital-- que era su propia persona--; en amistad, fraternidad, acciones solidarias y el perdón hacia quienes intentaron afectarlo.-Siempre estuvo al servicio de la política y no se sirvió de la política.

En su transitar por el difícil y misterioso bosque de la vida, fue dejando piedritas blancas en el sendero recorrido, marcando el camino correcto para la referencia de quienes lo seguiremos. La milenaria historia de la humanidad está condicionada, por las apetencias, las debilidades y la ingratitud. Antonio supo vivir manteniendo la superioridad del espíritu sobre la fuerza bruta y la injusticia; de la fraternidad sobre la lucha irracional y del perdón sobre los rencores.

Por acertada iniciativa del Gobierno Departamental, una calle en el barrio “La Loma” lleva su nombre. Hay personas que siempre serán obreros en el apasionante Taller de la Vida.- Juan Antonio Grasiuso es uno de estos elegidos.-





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