Del mismo modo que en la marcha de las cosas y en las manifestaciones de vida de los seres humanos, se advierte un predominio del ritmo, como en la sucesión de las estaciones, de los días, de los latidos del corazón y del paso del hombre al andar, es también conveniente que se procure un ritmo activo y regular en lo concerniente al trabajo, que resulta ser la única herramienta que impulsa la civilización.
En estos tiempos de crisis, es seguramente muy oportuno dejar al margen las diferencias entre los uruguayos, para dar prioridad a los temas relacionados con el cuidado del cuerpo social, fortaleciéndolo para que tenga eficaces defensas ante el latente peligro de violentos ataques, del arrebatado fuego de pasiones que destruyen energías y buenas intenciones, y dificultan la convivencia social.
Es tiempo de unión fraternal entre todos, como único camino para superar esta instancia de extrema dificultad y encarar la etapa de futuro, que sin duda, el mayor esfuerzo será apuntar a la reactivación de las fuentes de ocupación, pero también-lo que no es menor- al mantenimiento del trabajo de cada uno. Producto de la paralización en el marco de las medidas sanitarias, quedó en evidencia un escenario laboral que mucho preocupa.
El BPS recibió hasta fines de abril, un total de 53.488 solicitudes de seguro por desempleo, aclarando las autoridades que se trata de solicitudes de subsidio por desempleo y que no son beneficiarios, lo que indica que las cifras por desocupación que se venían manejando están lejos de la realidad.
Hay otro problema nuevo relacionado con el sector ocupacional, y es el vinculado con el impacto de la tecnología en el mundo laboral, que ya viene afectando y modificando el mercado, por la robotización y la digitalización. Las máquinas automáticas ya realizan el trabajo, con la ventaja que no hacen paros, no van al baño, no fuman, no reclaman y hacen el trabajo sin errores.
El próximo 1ro. de mayo se conmemora el “Día Internacional del Trabajo”, lo que debería motivar, antes que un festejo, una instancia de reflexión y análisis por parte de los trabajadores, en este particular momento que el Uruguay enfrenta, donde el índice de desempleo es muy elevado, la tecnificación avanza, la fragilidad del movimiento sindical es evidente; todo lo que indica para convocar a la unidad y a la responsabilidad con el país, más allá de lo que puedan indicar algunas corrientes de opinión. Solamente con el esfuerzo y el compromiso con la labor, le dará al trabajador el lugar prioritario que debe ocupar en la sociedad.
La pobreza material solo se elimina cuando la sociedad es capaz de generar un tejido empresarial firme, que posibilite la inversión creando fuentes de ocupación. La gran tarea de hoy es proteger las fuentes laborales, único sistema de enfrentar los males sociales.
Recordar que el trabajo es básico para el fortalecimiento de esa institución básica, que es promotora de todos los valores: la familia.
En el Día de los Trabajadores, nuestro fraternal abrazo a todos los duraznenses, que cotidianamente aportan con su esfuerzo, en ese viaje hacia el mejor futuro de un Uruguay para todos.
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