El Escudo Nacional Uruguayo. Escribe Saúl Piña

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Los colores han tenido desde la aparición del hombre sobre la Tierra, un particular espacio en la interpretación simbólica de todas las cosas, lo que ha sido avalado por grandes pensadores como Dante o Goethe, quienes le atribuyen valores psíquicos. Es así, que los colores tienen un especial valor, cuando lucen en escudos o símbolos de los países.

Luego de transitar un extenso y complejo proceso político, la Provincia Oriental logró su condición de independiente y luego de la Convención Preliminar de Paz, se debió crear los símbolos que lo identificarían en el concierto de las naciones. Es así que la Asamblea Constituyente y Legislativa, designó una Comisión para diseñar el nuevo escudo de armas de la república, cuyo proyecto fue aprobado por la Asamblea el 14 de marzo de 1829.La Comisión autora del proyecto, estaba integrada por Juan Benito Blanco, Antonio Domingo Costa y Luis Lamas.

En el único artículo del proyecto, se establece: “El Escudo de armas del Estado será un óvalo, coronado por un sol y cuarteado, por una balanza por símbolo de la igualdad y la justicia, colocada sobre esmalte azul, en el cuadro superior de la derecha, en el de la izquierda, el Cerro de Montevideo como símbolo de fuerza, un campo de plata en el cuadro inferior de la derecha, un caballo suelto como símbolo de la libertad, y en campo de lata y en el de la izquierda, sobre esmalte azul un buey, como símbolo de la abundancia. Se establece además, adornar el escudo, con trofeos militares de marina y símbolos de comercio.

Posteriormente, la Ley de 19 de marzo de 1906, determinó la supresión, de los trofeos militares de marina y distintivos de comercio, a la vez que ordenó que fuera: “Orlado con dos ramas de olivo y de laurel unidos en la base por un lazo azul celeste”. En el año 1908, se les ajustó a las leyes y a las reglas heráldicas, relacionado con las características que deberían tener el óvalo, el sol, la balanza, el cerro de Montevideo, el caballo y el buey .Se establecía además, que las inscripciones que deben llevar el Escudo Nacional, se pintarán siempre de oro o imitación de este, quedando prohibido usar otro color.

Cuando asumió el gobierno el Frente Amplio, cambió el logo tradicional que era el escudo Nacional, que identificaba a la presidencia de la República, por un logo blanco, con un sol saliendo desde los cerros.

En la noche del domingo, a pocas horas que asumiera como nuevo presidente Lacalle Pou, un grupo de trabajadores colocaban en el frente de la Torre Ejecutiva, un nuevo logo, que recupera la tradicional figura del escudo nacional, con algunas modificaciones.

Es interesante destacar el simbolismo que tienen los colores del este símbolo patrio, aprobado en 1829. El color blanco es símbolo de la luz, la inocencia, la alegría, el perdón y el amor. Simboliza el servicio a Dios y a la Nación. El azul color del espacio y el cielo iluminado, evoca a la meditación, y a la especulación filosófica, puesta al servicio de la Nación y la Patria, con pensamientos claros y profundos llenos de amor.

El oro es símbolo de nobleza, de magnanimidad, riqueza, poder, luz, constancia, sabiduría, fuerza, fe y pureza. Goethe decía que el simbolismo “es esfuerzo místico y entrega al suelo natal”. El sol-- que se encuentra en nuestra bandera y en el escudo—de color oro significa unidad, verdad, claridad, majestad, abundancia y riquezas, y es el símbolo de la libertad y de benevolencia. Su significado emblemático tiene connotaciones universales desde la antología mitológica: Apolo, el Dios humanizaba al Sol, pero entre nosotros, el sol tiene raíz indoamericana (Incaica).

En el transcurso de la historia, los escudos dejaron de ser armas defensivas, para transformarse en símbolos testigos de los pueblos. El Estado uruguayo, con sus tres poderes es dueño del Escudo de Armas, y el único que tiene derecho legal a su uso. Es por eso que el Estado sella toda la documentación oficial con el Escudo de Armas de la Patria, como identificación en todo el Mundo.

El simbolismo de nuestro escudo marca un gran compromiso, y tendrá por siempre total vigencia en el alma de los uruguayos.


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