La comunidad yimeña, incluida la Esc. Nº11, exigieron al ente aguatero una solución acorde a la importancia de Santa Bernardina, que hoy es mucho más que un barrio.
El reciente corte del agua potable -que duró tres días- sumado a las demoras para pasar por el Puente Nuevo (y el corte del puente viejo), pusieron en el tapete un tema que si bien no es nuevo, recobró fuerza en los últimos días, en pleno desarrollo de la pandemia de coronavirus.
Los vecinos elevaron una carta a la presidencia de OSE, haciendo saber que la localidad ronda los 5.000 habitantes; es más que un barrio porque tiene vida independiente y no debería depender de los vetustos caños de OSE, siempre expuestos a romperse y dejar sin agua potable a miles de vecinos, situación que definen como “intolerable”.
Según la carta elevada, exigen una solución definitiva, de alguna manera independiente, a efectos de sostener la mentada calidad de vida. El curul del Frente Amplio, Wilson Barité, leyó el viernes el contenido de la misiva en la sala de la Junta Departamental.
