Ataques de perros: preocupación del gobierno, seguros y desazón de productores damnificados

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Criar lanares siempre fue un negocio rentable en Uruguay, pero cada vez son menos los productores. Las jaurías y el abigeato los hacen abandonar y cambiar de rubro.

Es que cada situación deja al productor con pérdidas económicas que muchas veces lo llevan a la quiebra.

Daniel Caldera, productor de Canelones, tenía 65 ovejas y le mataron 43, ante lo que expresó a Subrayado: “Las ganas de tirar todo y abandonar todo y decir no tiene sentido tanto trabajo”.

Para el ministro de Ganadería, Fernando Mattos, este es un tema que preocupa. “Diría que no hay mucho tema de jauría y sí perros que son del vecindario”, indicó.

Muchas veces se trata de un animal que era de algún cazador furtivo al que se le quedó el perro al ir tras la presa y abandonado busca su propio alimento.

“Tampoco es fácil dar con ellos para que el productor pueda defenderse en el amparo del Código Rural”, dijo Mattos.

El artículo 125 lo ampara, ya que señala que los propietarios tienen derecho a matar a los perros ajenos que encuentren próximo a su ganado, cuando no estén acompañados por sus dueños. “Muy triste despertarse, recorrer el campo y ver una majada diezmada, corderos recién nacidos que son el esfuerzo y una inversión eventualmente genética”, agregó.

La situación llevó a que el Ministerio de Ganadería y el Banco de Seguros del Estado (BSE) lanzaran un seguro para majadas pensado en resarcir productores ovinos ante diferentes siniestros.

José Amorín, presidente del BSE, detalló que el mismo ampara ante situaciones del tiempo, post esquila, contra epidemias y predadores. “Es un seguro para lanares de seis meses para arriba. Un subsidio a pequeños productores, bastante razonable, de un dólar por animal”, indicó.

Cada productor podrá estimar hasta 300 dólares el costo del lanar, dependiendo de la calidad. El Ministerio facilitará el subsidio que será de entre 15 y 50 % del valor de la prima y se aplicará por franjas, según el tamaño de la majada, hasta un máximo de 400 animales .

La muerte de ovejas por jaurías es un tema que parece no terminar. Sigue preocupando a productores y autoridades.

Como política pública de apoyo a la producción ovina, recientemente se creó un seguro para majadas.

En los últimos 10 años, la cantidad de lanares en el país bajó 30 % .

La última encuesta nacional realizada por el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) indica que el stock está en 6 millones y medio de cabezas.

Julio Martínez, otro productor de Canelones, compartió que la desazón y la impotencia tras la matanza de más de la mitad de las ovejas, en cinco ocasiones.

Como todos los días, con el amanecer, Julio recorre el campo con la esperanza de que la majada esté bien.

Hace 5 años que cría lanares, un sueño que persiguió y para el cual ahorró durante mucho tiempo.

“Te desgarra, porque estás pensando todo el año qué vas a sacar y cuánto se imagina uno, pero te encontrás con eso, no hay lugar a nada”, contó.

Tiene 70 años y mucha voluntad. es de los que cae y vuelve a levantarse con mas energía, pero la situación lo está sobrepasando. Ya son 5 las veces que perros la han matado ovejas

Algunas murieron ahogadas al caer al agua tras intentar huir de los perros.

Las denuncias están realizadas pero no ha tenido respuesta, aun sabiendo a quién pertenecen algunos de los perros.

En la recorrida de hoy además de hallar algunas ovejas muertas en el campo, dos ahogadas, que nos explico, se tiran al agua cuando los perros las corren, también encontró un corderito de apenas dos semanas sin vida.

“Los perros no saben lo que hacen. Salen a jugar, matan jugando, todos sabemos que es así. Uno no quiere culpar a los perros, los culpables son los humanos. No han tomado conciencia, no tiene arreglo eso. A mí me dejó en la calle eso, lo poquito que tenía se me fue. Ahora a pensar en otra cosa, capaz que tengo que entregar el campo, capaz que no. El tiempo lo dirá”, compartió con Subrayado.

RESPONSABILIDAD Y CASTRACIÓN
La situación se enmarca en lo que es la superpoblación canina y la responsabilidad de la tenencia de los animales.

Pese a los esfuerzos con castraciones barriales gratuitas, el descontrol reproductivo de los perros abandonados ha generado una multiplicación poblacional que genera problemas no solo en la ruralidad.

“También en el medio urbano, temas de tránsito, gente mordida. Cada vez hay más registro de personas mordidas por perros, y eso todo es un problema social, que se lo mira al Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), al MGAP para dar solución, pero no es suficiente. Esto debe ser un esfuerzo que llevará muchas décadas tratar de resolverlo”, dijo Mattos.

Organismos internacionales establecen que la relación debería de ser de cada 10 personas, un perro. Se estima que en Uruguay hay entre 1 millón y medio y dos millones de perros, una relación varias veces mayor. Cuatro o cinco veces más por encima de los parámetros mundiales.

Entre otras cosas, Mattos dijo que tienen dificultades con algunas intendencias para que asuman el compromiso de las castraciones masivas.

“Algunas intendencias lo vienen haciendo muy bien, a buen ritmo. Otras están bastante omisas”, agregó.

Anualmente en el país se realizan entre 20 y 30 mil castraciones. Los perros con chip son unos 60 mil, cifra que se pretende duplicar a fin de año.

Además Mattos dijo que se trabaja con las intendencias y ongs para la construcción de albergues.

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