La gigantesca planta de UPM en Durazno a punto de iniciar su producción

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La planta de celulosa UPM II inicia su proceso de puesta en marcha, que comenzará a desarrollarse en las próximas horas, luego de que UPM recibiera todos los permisos necesarios incluyendo la Autorización Ambiental de Operaciones (AAO) por parte del Ministerio de Ambiente.

UPM ha presentado toda la información requerida para la obtención de los permisos y un extenso programa de monitoreo ambiental que cubre el agua y la biota del río Negro, el aire, el suelo, el ruido y los aspectos socioeconómicos.

En el proceso de puesta en marcha de la planta de celulosa, se intensifican los trabajos en todas las áreas y se van encendiendo todos los equipos hasta lograr su funcionamiento estable.  

Durante semanas, se irán ajustando todas las fases del proceso, incrementándose gradualmente la producción hasta alcanzar los niveles esperados tanto en volumen como en calidad de la pulpa, bajo estrictos estándares de seguridad y ambientales.

Una operación sostenible con impactos permanentes en la economía nacional

La construcción de la nueva planta de celulosa requirió una inversión total de 3.470 millones de dólares, que incluyó además una terminal portuaria de aguas profundas en Montevideo, la construcción del tercer vivero de eucaliptus de la compañía en Sarandí del Yí, Durazno, e inversiones en infraestructura e instalaciones locales en el interior del país.

UPM tendrá una capacidad de producción anual de 2,1 millones de toneladas de celulosa de eucaliptus y posicionará a la empresa como uno de los mayores proveedores de celulosa del mundo. La nueva planta será una de las más competitivas y colocará a Uruguay entre los principales exportadores globales de celulosa de mercado, aseguraron desde la firma.

A partir del funcionamiento de esta nueva planta, UPM en Uruguay alcanzará los 7.000 puestos de trabajo directos entre personal propio de UPM y sus contratistas a lo largo de toda la cadena de valor.

Adicionalmente, se generan unos 10.000 puestos de trabajo inducidos, con un aporte permanente del 
2% en el PIB de la economía uruguaya.   IR A PORTADA 

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