Blanquillo está de luto tras el fallecimiento de María Virgen Rojas, quien, a sus 113 años, era no solo la persona de mayor edad en la localidad, sino también una de las más ancianas del país y del mundo.
Su vida, que se extendió por más de un siglo, fue un testimonio de resistencia y de lazos profundos con su comunidad, que la recordará siempre con cariño y respeto.El velatorio se llevó a cabo el 21 de setiembre, entre las 7 y las 9 horas, y sus restos descansan en el cementerio de la localidad, en un servicio brindado por la empresa Mariños.
María pasó sus últimos años en su departamento, gracias al cuidado de sus seres queridos, que se aseguraron de que permaneciera en el entorno, gesto que se valora como un acto de profunda humanidad y dignidad.
Blanquillo despide así a una de sus habitantes más queridas, agradecida por su legado y su ejemplo de vida. Las condolencias a su familia reflejan el respeto que supo ganarse a lo largo de sus años, mientras se la recuerda como un símbolo de fortaleza y longevidad.