En una intervención marcada por la preocupación ciudadana, el edil Pablo Acosta, de Cabildo Abierto, cuestionó este jueves 29 de mayo, el enfoque de las autoridades departamentales en materia de tránsito, durante la sesión ordinaria de la Junta Departamental.
A juicio del curul, los controles se concentran de forma excesiva en el Microcentro de la ciudad de Durazno, mientras se desatienden barrios y zonas de alto riesgo vial.“El eslogan es que no queremos más muertos ni heridos en accidentes de tránsito, pero poco veo de lo que estamos haciendo”, expresó Acosta. Para el representante, si bien los operativos en el Microcentro son visibles -particularmente en torno al estacionamiento tarifado-, en otros sectores la fiscalización es mínima o meramente simbólica: “He visto inspectores en los barrios, pero solo pasando en sus motos, sin intervenir”.
El edil también alertó sobre la circulación de motos en condiciones peligrosas, con frecuentes infracciones visibles: “De 10 motos, cuatro van con casco. Muchas veces se ve a padres con niños pequeños y sin protección. Y lo que es peor, con el celular en la mano.”
Acosta insistió en que el problema no radica únicamente en los inspectores, sino en quienes los dirigen: “No hay controles en semáforos sobre Ruta 5, donde se cometen infracciones gravísimas. Dos o tres minutos en esos puntos bastarían para constatarlo.”
Concluyó su exposición haciendo un llamado al nuevo gobierno departamental a “tomar cartas en el asunto” y redoblar esfuerzos, incluso si eso implica destinar más recursos: “Y si hay que gastar algún peso más para pagar el 222 a la Policía, pues bien, señores, páguenlo”.
