En los barrios Las Higueras y La Amarilla de Durazno, los Centros de Integración Barrial (CIB) del Gobierno Departamental están transformando vidas silenciosamente. Más que simples espacios físicos, estos centros han devenido en verdaderos crisoles donde se funden el aprendizaje, la salud y la cohesión social.
En Las Higueras, las agujas de tejer dibujan nuevos horizontes los miércoles, mientras que las tijeras de peluquería cortan hacia nuevas oportunidades los lunes y jueves. Quienes buscan movimiento encuentran su ritmo: la energía contagiosa de la zumba martes y jueves contrasta con la disciplina serena de la gimnasia funcional al caer la tarde.
La Amarilla ofrece su propio mosaico de posibilidades. Las manos expertas de las profesoras Márquez y Curti no solo moldean peinados, sino también futuros, en sus talleres de peluquería. Mientras, el profesor Martínez guía a adultos hacia una vida más saludable en las mañanas, y la vibrante zumba nocturna de la profesora Álvarez pone el corazón a latir al compás de la comunidad.
Pero estos centros son más que actividades programadas: son el plato caliente que reconforta al final del día a las personas en condición de vulnerabilidad; la huerta que enseña a cultivar autonomía alimentaria, la cancha libre donde espontáneamente se forjan amistades.
¿Sabías que a pocas cuadras de tu casa puede estar esperándote un nuevo oficio, un hobby reparador o simplemente un espacio donde sentirte parte? Las puertas están abiertas, los horarios son flexibles, y lo único que se necesita es dar el primer paso.
