“Más agrio que dulce”: edil de Cabildo Abierto cierra su etapa con fuerte autocrítica

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Guillermo Gurbindo, legislador de Cabildo Abierto en la Junta Departamental de Durazno, dedicó su última intervención parlamentaria a hacer un balance honesto de casi cinco años de gestión.

Reconoció que ninguno de sus proyectos de ordenanza llegó a materializarse, pero subrayó que su relación con colegas fue “afable y fraterna”, un aspecto que valoró como el principal aprendizaje de su paso por la institución legislativa.

En su discurso de despedida, el curul admitió sentirse “más agrio que dulce” al evaluar su desempeño formal, aunque destacó la satisfacción derivada del trato personal y el apoyo recibido de funcionarios y compañeros. A pesar de cuestionar el impacto de sus iniciativas legislativas, instó a quienes asumirán en la próxima legislatura a lograr mayores éxitos en beneficio de la comunidad.

Gurbindo cerró su ciclo con un mensaje de respaldo al intendente electo, Felipe Algorta, deseándole “el crédito y la confianza” necesarios para conducir el departamento. Su llamado final alentó a preservar el diálogo, la cooperación y la responsabilidad pública como pilares de la gestión local.

Principales pasajes de la intervención del cabildante

Buenas tardes, señor presidente, público presente, personal de la Junta y colegas ediles. Toda etapa que termina merece, y es de rigor, pasar revista y hacer una evaluación. Me reconforta escuchar a los ediles que me antecedieron, con palabras de optimismo y alegría por su desempeño en la Junta.

En lo personal, sería un hipócrita si dijera que me siento igual que ellos. Hoy me llevo, después de estos casi cinco años, un sabor entre agrio y dulce -diría que más agrio que dulce- porque, si lo juzgo solo por mi actuación formal, ninguno de mis proyectos llegó a buen puerto: ni siquiera el nombre de una calle. Escuché elogios al eco que tuvieron algunas iniciativas ajenas; las mías, en cambio, apenas resonaron. Con profunda amargura debo admitir que mi balance legislativo fue negativo.

No obstante, la parte dulce -aunque menor, no por ello menos importante- estuvo en las relaciones humanas. El trato con colegas fue, más allá de pequeñas discrepancias, afable y fraterno, un aspecto fundamental de esta función. Lo valoro porque permitió construir apoyos y amistades que van más allá de la política activa.

Espero que los nuevos ediles que asuman la semana próxima logren una mejor legislatura que la mía, con más éxitos y resultados tangibles. 

Reconozco mis responsabilidades en los fracasos, algunos inevitables por circunstancias ajenas, como decía Ortega y Gasset: “el hombre es lo que es y sus circunstancias”. 

Para el intendente electo, Felipe Algorta, deseo el mejor de los desempeños. Cierro este ciclo agradeciendo el conocimiento compartido y la mano tendida de tantos, a veces con una simple palabra. Muchas gracias, señora presidenta.

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