Villa Guadalupe podría dejar atrás el sistema sanitario colapsado: proponen colector de 250 mm

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Un planteamiento en la Junta Departamental de Durazno expuso las condiciones que enfrentan más de un centenar de familias duraznenses debido a aguas servidas y estructuras obsoletas.

El barrio Villa Guadalupe, uno de los más densamente poblados de la ciudad, enfrenta una situación crítica que afecta de forma directa la calidad de vida de sus habitantes y plantea serias dudas sobre el cumplimiento de condiciones mínimas de salubridad. Así lo advirtió el edil del Frente Amplio Raúl Curbelo durante la sesión ordinaria del jueves 31 de julio en la Junta Departamental de Durazno.

Según expresó, el barrio cuenta con un sistema sanitario que data de hace casi tres décadas y que fue diseñado originalmente para apenas 27 viviendas. Desde entonces, la zona ha crecido: hoy existen al menos 104 registros, lo que supone un aumento del 300 % en la cantidad de conexiones a un sistema que, en palabras del curul, ya no responde ni en estructura ni en capacidad a las necesidades actuales de la población. 

El sistema vigente opera mediante cámaras sépticas -explicó- que decantan los sólidos y liberan solo líquidos a un colector. Pero ese principio básico ha sido desbordado por la densidad demográfica y la expansión sin acompañamiento de infraestructura. Como consecuencia, señaló Curbelo, las cámaras viven tapadas, los líquidos no circulan como deberían y los residuos fecales terminan contaminando cunetas, calles y veredas, generando un riesgo constante para la salud, especialmente de niños.

“El olor es repugnante, las aguas estancadas son visibles, y en algunos casos los niños tienen que salir saltando de sus casas para evitar las cunetas”, sostuvo. A apenas 100 metros del lugar se encuentra la planta final de tratamiento de residuos, lo que para el edil hace aún más inexplicable la falta de una solución técnica acorde a la realidad actual.

Durante su intervención, hizo un llamado a recorrer la zona para comprobar de primera mano las condiciones en que viven sus vecinos. “Son apenas dos cuadras por dos, pero conviene ver la situación con los propios ojos”, señaló, al tiempo que subrayó el carácter trabajador y pacífico de la comunidad, a la que, afirmó, “no se le puede seguir pidiendo paciencia ante una situación tan indignante”.

En ese contexto, Curbelo solicitó que su planteamiento sea remitido al intendente departamental, al directorio de OSE y al Ministerio de Ambiente, a fin de que se estudie la viabilidad de incluir una solución estructural en el próximo presupuesto. La propuesta incluye la construcción de un colector de mayor diámetro -250 mm- y una salida directa desde las viviendas mediante cañerías adecuadas, eliminando el actual sistema de cámaras sépticas que ya no cumple su función.

El edil cerró su exposición con un llamado a la empatía institucional: “No se trata solo de obras. Se trata de reconocer que detrás de cada desborde, de cada zanja contaminada, hay una familia que también merece vivir con dignidad”.

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