
En la sesión ordinaria de la Junta Departamental de Durazno del jueves 4 de setiembre, la edil del Partido Nacional, Susana Ayçaguer, planteó lo que describió como “un caso de extrema urgencia”: la situación de cinco familias que habitan en el antiguo molino Andrade, en las calles Oribe y Faraut de Ciudad del Carmen.
La legisladora departamental dijo haber visitado el lugar y lo definió como “desolador”. Según relató, las viviendas presentan un deterioro tan profundo que algunas paredes y techos se encuentran al borde del colapso. En ciertos sectores, los propios habitantes han debido cubrir aberturas con nylon, una solución precaria que expone a niños y adultos a riesgos de seguridad y de salud.Ayçaguer mencionó especialmente a Nadia Moreira, una de las residentes, quien transmitió el sentir de las familias que aspiran a lo que definió como un derecho básico: vivir dignamente. El planteo de la edil apuntó a la necesidad de un plan de vivienda que les permita acceder a un hogar seguro y saludable.
La representante nacionalista invitó a los ediles de todos los partidos a constatar la situación por sí mismos. “Allí Nadia los espera -dijo-. Así pueden comprobar directamente la gravedad del caso.” Subrayó que la situación es insostenible y que requiere una respuesta inmediata de las autoridades.