
El legislador frenteamplista Raúl Curbelo, quien reside en la propia arteria, expuso en el legislativo duraznense el deterioro del pavimento tras las obras de OSE. Alertó que ese pasaje concentra el 40% del ingreso al centro, incluyendo camiones de gran porte.
El curul reconoció que su observación no es casual: “Me voy a referir a la situación de calle Tuboras, que es, casualmente, donde vivo”, señaló al comenzar su intervención el jueves 9 de octubre durante la sesión Ordinaria.Explicó que, tras los cambios en el tránsito y la instalación de semáforos, “hoy por hoy, gran parte del flujo que viene de Santa Bernardina o del norte ingresa por Tuboras”. Curbelo estimó que “alrededor del 40% de la gente que entra al centro lo hace por esa calle”, incluyendo camiones de gran porte que prefieren esa ruta “porque les resulta más fácil que doblar en ángulo recto en el semáforo”.
El frenteamplista solicitó que sus palabras sean remitidas a la Intendencia Municipal, con el propósito de que se evalúe una pronta reparación. Cerró su intervención con un tono mesurado, pero firme: “Que mi palabra pase a la Intendencia. Gracias”, concluyó.
El curul describió una serie de intervenciones recientes realizadas por OSE en el tramo comprendido entre Luis Batlle Berres (paralela a la ruta) y 25 de Agosto, donde se efectuaron conexiones de agua y saneamiento. “Se cruzó de un lado a otro con una nueva cañería de agua, y por otro lado se intervino el saneamiento”, explicó. Sin embargo, cuestionó el estado en que quedó el pavimento luego de esas obras. “Salvo una franjita en el medio, casi toda la calle quedó dañada”, ilustró con fotos.
Curbelo sostuvo que la Intendencia “no repuso como se debe el pavimento”, y atribuyó el deterioro a la forma en que se realizan los trabajos. “Es sabido que la gente que trabaja para OSE abre, coloca el caño y tapa con lo que saca. Entonces ahí abajo hay barro, hay de todo, y se mueve”, afirmó.
Según detalló, el problema se agrava por el tránsito diario de los vehículos municipales. “En el pozo más profundo hay una volqueta; todos los días va el camión de la basura, recoge la volqueta y pega el golpe”, relató, aludiendo al impacto constante sobre la superficie dañada.
Más arriba, en la siguiente cuadra, la situación no mejora. Curbelo mencionó otro punto crítico: “Se rompió y se tapó un saneamiento, y hay una franja de unos 30 metros de largo por uno y medio de ancho que no se ha reacondicionado”. Subrayó que el daño está en el centro mismo de la calle, lo que impide una circulación normal. “La gente que pasa por ahí lo puede corroborar; no hay otro lugar por donde transitar”, agregó.