De 342.028 niños que asisten a la escuela pública, 50.808 lo hacen a centros de tiempo completo, 10.679 de tiempo extendido y 9.484 de jardines de jornada completa, los que suman 70.971, un 22 % del total del país.
La buena aceptación de esas propuestas se evidencia en las inscripciones para 2020, indicó la titular de Primaria, Irupé Buzzetti, quien aseguró que allí los niños desarrollan sus habilidades socioemocionales.
La directora general del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), Irupé Buzzetti, afirmó que estas modalidades reciben una importante aceptación en las familias, lo que ejemplificó al mencionar la respuesta de los padres ante las inscripciones. “Esto nos hace apurar el tranco y en algunas escuelas del Centro, por ejemplo, ampliar el número de clases para dar más cupos con mayor tiempo pedagógico”, indicó.
“No vemos padres que saquen a sus hijos de tiempo completo o extendido porque no les guste la propuesta, sino que vemos padres que se mudan y buscan que les pongamos a su hijo en la escuela más cercana para mantener la modalidad”, señaló en entrevista con la Secretaría de Comunicación Institucional.
La jerarca dijo que, al margen de los niveles de aprendizaje, sobre los cuales el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) aún no remitió información, se comprobó un mejor rendimiento de los niños que asisten a centros de jornada extendida en cuanto a su desempeño en Lengua y Matemáticas.
Lo que sí está comprobado, indicó, es que estas escuelas logran desarrollar las habilidades socioemocionales de los niños en contextos muy desfavorables. “Un alumno a veces en su casa no lo aprende, y hoy estas escuelas hacen un encare importante desde la convivencia y la socialización entre pares y docentes”, agregó. “Un niño con buenas habilidades socioemocionales andará bien en todo lo demás, podrá resolver otro tipo de problemas con esas habilidades y equilibrio emocional”, advirtió.
En este contexto, insistió en la importancia de este modelo que impulsa determinada arquitectura en los centros. “El niño hoy no necesita escaleras para subir, ni techos tan altos, pero sí espacios luminosos y comedores donde disfrutar sus alimentos y el lugar”, sostuvo Buzzetti, quien aseguró que con ese compromiso se analizaron locaciones de todo el país en procura de escuelas que se adapten a propuestas de mayor tiempo pedagógico.
