Trabajo y dignidad: el camino hacia una mejor esperanza. Por Saúl Piña

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El jueves 1ro. de mayo se celebra el “Día Internacional de los Trabajadores”, fecha de particular significación, que se recuerda tradicionalmente en la mayoría de los países del mundo, lo que impone una pausa en todas las actividades productivas y es propicio para que cada uno medite sobre la significación profunda que se le debe dar.

Es oportuno reflexionar que resulta esencial que la labor colectiva hace posible el engrandecimiento de los pueblos, al tiempo de que cada uno de los que participan en ella, consigue afianzar, con su esfuerzo individual y responsabilidad, el propio bienestar y el de su familia. 

El trabajo honesto con compromiso, es la base de la salud económica y social de las colectividades civilizadas.

Afirman calificados analistas sociales que el asistencialismo sin contrapartida produce mayor pobreza, siendo el camino más directo para empeorar la distribución del ingreso, porque enquista a la gente en la pobreza y no da futuro. 

Toda política de transferencias monetarias, hace que los beneficiarios se vuelvan dependientes y no se valgan por sí mismos. Es así al punto de que en las personas se disminuya la autoestima, se pierde dignidad y también buena porción de la libertad individual, al tener que ser dependiente. 

También se afecta el aparato productivo, ya que se deben generar mayores impuestos para financiar todos los programas de asistencia social. 

Para el logro de más altos grados de bienestar es preciso que el pueblo eleve sus condiciones de existencia, y esté en condiciones de generar más riqueza. La escasez no se cambia por abundancia, sin aumento de producción y la gran herramienta para ello es la generación de fuentes laborales y para ello es inevitable el perfeccionamiento de los métodos de trabajo y, con ello, un ordenamiento más ajustado del empleo de energías y recursos.

El trabajo bien hecho, no importa donde, especialidad o profesión, es la única herramienta que genera libertad, prosperidad y desarrollo para los pueblos. Para ello el escenario social necesita las condiciones, donde tiene especial significación la educación, que habilite sistemas de especialización y compromiso con las normas vigentes. 

Tenemos esperanza de un futuro de mejor justicia laboral, lo que será logrado con el justo acuerdo de los trabajadores y quienes crean las fuentes del trabajo, ya que sin una parte no existiría la otra.

En nuestro país hay miles de ciudadanos que trabajan cotidianamente en silencio teniendo como meta el bienestar de su familia. Son uruguayos que gastan sus energías en la construcción de una sociedad basada en la fecundidad del esfuerzo, el ingenio, la esperanza y la armonía social, sin
depender de la voluntad de determinado sector político.

Felicidades en este 1ro. de mayo para los trabajadores y augurios de una vida digna y feliz en familia.

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