La lección de Hiroshima. Por Saúl Moisés Piña

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Foto: BBC Mundo.-

Hay acontecimientos que la memoria de la humanidad tiene la obligación de recordar. El 6 de agosto de 1945 es una fecha que marca la tragedia, el dolor y la muerte de miles de personas, que ha quedado registrada en el recuerdo de la historia.

En  aquella trágica fecha, cayó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, un mortífero hongo atómico, testimonio cruel de la consecuencia del desequilibrio del ser humano y de la muestra, una vez más de que el hombre es el lobo del hombre.

Quedó demostrado en aquella oportunidad, como hoy sigue ocurriendo, que toda acción bélica produce dolor y sufrimiento para los seres humanos. Hiroshima fue observado con horror por los pueblos del planeta siendo además una señal de alarma que deben tener en consideración hombres y mujeres de todos los continentes. 

En ese momento se comenzó a forjar la conciencia de que en armamentos se había superado lo imaginable en la materia y que, más allá de ese límite la existencia misma de vida sobre el planeta recibía el jaque de la muerte. Con el transcurso de los años se han logrado algunos avances,
pero somos testigos de situaciones irregulares, que origina enfrentamientos entre países, e incluso entre hermanos, producto de ideologías y corrientes de todo tipo y calibre, que son promovidas por falsos líderes, que fruto de su incapacidad y soberbia, son títeres de intereses políticos, económicos o religiosos.

La bomba atómica lanzada en Hiroshima, paradójicamente resultó una acción efectiva para que el conflicto iniciara el camino al cese de las hostilidades. La Segunda Guerra Mundial se extendió por más de cuatro años, provocando ciento cincuenta y cinco millones de muertos y la
destrucción total de muchos países, promoviendo secuelas que aún hoy se siguen sufriendo.

Los hechos de hoy a nivel mundial, muestran que aún no hemos aprendido la triste experiencia de la 2da. Guerra, por lo que debemos reflexionar, que le ocurrió a los hombres de aquel tiempo, que no supieron poner freno a la locura de poder de Hitler .Un reciente informe de Naciones Unidas, señala que el costo de un sistema de seguridad alimentaria mundial, aunque sea sin duda muy elevado, sería trivial en comparación con los gastos militares mundiales, que actualmente son de más de un millón de dólares por minuto.

Cuando repasamos nuestra historia, comprobamos que el pueblo uruguayo siempre ha procurado preservar el valor del pensamiento rector, que nos legó Artigas, que supone fidelidad a la nacionalidad, a la soberanía, pero siempre mirando el horizonte para encontrar el porvenir, mediante el trabajo y el compromiso de todos. 

Hoy tenemos que ubicar los caminos del desarrollo que interpretarán los nuevos tiempos. La globalización nos indica que hay que cambiar para conservar, y hay que renovar para conservar la esencia, con la seguridad de que el pueblo siempre hace justicia.

La salvación telúrica no puede estar en la destrucción de pueblos y hombres, sino en la redención de todos.

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